jueves, 30 de septiembre de 2010

A OJOS CERRADOS

La extrañeza extrema de la suave inexperiencia sorpresiva, plasma esos motivos desconocidos que nos aproximó de frente con esa ceguez indefensa, persigue los surcos trazados hasta el propio repentino encuentro y escarba en las raices de esa enredadera perfecta que la fortuna hidrata.
No hay razones ni miradas, no hay olores remachados en la inconsciencia misma, no brotan esas dos manos entremezcladas ni recorridos sin rumbo fijo, no hay instantes mas cercanos que hablarnos a ojos cerrados, sentados sobre eso nuestro mientras afuera corre el tiempo.
Los dias y las semanas vestidos de peregrino, sobre los vagones son tan extensos, excesivos, copiosos y perfectos, que disparadas valen la pena cada palabra y cada minuto ingerido.
De lado quedan las dudas y esos calculos profundos, bajo las emociones materializadas desde el comienzo y siempre distantes, de lados el pesimismo nocivo y del otro queda la espera, mientras nos descubrimos a ojos cerrados, esperando el soplo que nos acerque.

lunes, 27 de septiembre de 2010

NECESIDAD ABRAZADA

La razón vendada por lagrimas detonantes
y tus alas renuncian, te envuelven por completo
la infusión prolongada de confusión te envenena
y a tu momento dormido acuden pintados
de rabia lo sordo y de paciencia tus venas.
Si del polvo destilan errores añejos,
tan pequeños antes eso que te alimenta estancada
rocías con palabras la inseguridad ajena
tan verdes como hojas, que caen y se secan
que envejecen tiradas, y tirada la pausa.
En el invierno de tus ojos se entibian respuestas
donde el tiempo moldea en sosiego el camino
paviementado de tintes y sabores mutuos
necesidad abrazada y tu abrazas cansada.
La razón despierta por las ansias detonantes
y sonrien tus alas, se sacuden al viento
la calma prolongada del alma desentierra
la felicidad tan simple refugiada en momentos.