miércoles, 17 de marzo de 2010

AMANECER


En el instante justo y en el lugar constante, como si el corazón fuese el tiempo y cada latido una explosión fresca de tonos suaves que calman el frio y maltratan la obscuridad, sonrien las hojas secas quebrajadas como intentando fundirse con esa brisa triste que habla entre dientes, las flores despiertan y los colores escapan, tal como el aliento desprende un te quiero. Sí, mis ojos la soportan y esa imagen sigue ahí cubriendome sin pedirlo, cantandome al mismo tiempo.
Cada haz de luz tímido y prematuro que roza mi piel es bienvenido, cada vez que me levanta cuando mis brazos se revuelcan aturdidos, cada vez que me abre los ojos mientras sigo dormido entre paisajes pasados y futuros ásperos, pixelados y esquivos.
Amanecer mordido como marcha avanzas sin tiempo para el decanso, continuas a paso lento, tenue y sin memoria, como niñez hacia la consciencia, como complicidad hacia el amor. Caminas esperando la supresión inevitable, la narcolepsia inducida que aparece sin ruido ni despedida, mezclada entre las horas que te sumergen entre minutos y mas segundos, que te invitan a morir y a la vez a permanecer vivo.
No es en vano, lo sé, que explose cada dia el sol para brotar de nuevo, no es vano nacer, respirar anhelos y abrazar cada comienzo.

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